Giorgio de Chirico, a quien con cierta ambigüedad Bretón destacaba en su manifiesto de 1924 como «muy digno de admiración», fue uno de los primeros pintores que atrajo su interés, como si tratase de incorporar también las artes plásticas a las actividades de los surrealistas, de marcado carácter literario y poético al principio. Bretón, quien en 1925 empezó a publicar en La Révolution surréaliste una historia en varios capítulos de la pintura moderna y estudió sus conexiones con el surrealismo, se refirió también a De Chirico, cuyas primeras obras habían aparecido separadamente en la revista. Finalmente, cuando De Chirico se distanció de la pittura metafísica, Breton adoptó frente a él una actitud crítica. Su interpretación había pretendido integrarle en el surrealismo, al menos al De Chirico anterior al «pecado» de retornar a la pintura realista, pues precisamente entonces era representante de un arte que respondía al criterio tundamental del «surrealismo en la pintura»: el distanciamiento consecuente de la realidad.
«El mayor desatino de este pintor -escribió en su Primer manifiesto del surrealismo- consiste en haberse situado al lado de los sitiadores de una ciudad que él mismo construyó e hizo inexpugnable. Se le resistirá eternamente, a él y a otros muchos, con su terrible fuerza, pues él mismo la quiso así; lo que allí sucede, no puede pasar en ninguna otra parte [...] ¡Cuántas veces he intentado orientarme para hacer la imposible ronda por estos edificios, imaginarme las broncíneas salidas y puestas del sol del espíritu! Tiempo de salones columnarios, tiempo de espectros, tiempo de muñecas articuladas, tiempo de espacios interiores en el misterioso orden cronológico en que se me aparece...»
Picasso, cuyos trabajos se reprodujeron a menudo en La Révolution surréaliste, no recurrió de forma incondicional al misterio y al distanciamiento de la realidad, por lo que Bretón se cuidó de calificar explícitamente las obras del genio de surrealistas. Ahora bien, ¿no podría entenderse que la creación de Picasso trascendía la mera pintura demostrando de ese modo la existencia de una pintura surrealista con mayúsculas? Al reconocer a la pintura una fuerza expresiva similar a la del lenguaje y al constatar que se abría un camino absolutamente nuevo cuando el pintor dejaba de reproducir el mundo exterior para concentrarse en su imagen interior, Bretón amplió el marco de la pintura como expresión artística surrealista.
Obviamente Bretón era consciente de la importancia que la integración de Picasso en el grupo surrealista tendría para la popularidad del nuevo movimiento y en su texto Le surréalisme et la peinture (El surrealismo y la pintura) de 1925 le dedicó amplias reflexiones: «Nada que oponer a la extraordinaria determinación de Picasso para temer o esperar de él algún tipo de deserción. Me parece absolutamente satisfactorio y justificado que, para desanimar a sus insoportables imitadores o arrancar un suspiro de alivio al monstruo reaccionario, de cuando en cuando actúe como si adorara lo que en realidad se ha dedicado a quemar. Al caer la noche, desde el taller abierto hacia arriba ascienden sin cesar figuras de excepcionalidad divina, figuras danzantes con fragmentos de chimeneas de mármol, mesas suntuosas al lado de las cuales las vuestras parecen desnudas y vacías, y todo lo que queda pendiente en el inagotable periódico Le Jour [...] Se ha dicho que no puede haber pintura surrealista. Pintura, literatura, lo que sea, pues usted, Picasso, traslada el espíritu a las alturas supremas, donde la contradicción ya no tiene vigencia, sino sólo la superación de todo ello
fuente: http://www.historiadelarte.us/pintores/surrealismo/el-surrealismo-y-la-pintura.html
jueves, 9 de julio de 2009
La Révolution Surréaliste
Publicado por PabloPicassoune1501 en 3:43 0 comentarios
La Flauta del Pan (1923)
Cubismo: formas dislocadas, ángulos, planos superpuestos, referencias a la realidad... Son Picasso y George Braque quienes inician y estudian este estilo y sin duda el pintor malagueño quien realiza los mejores trabajos. Este es uno de ellos ya de la última fase de creación cubista. Los protagonistas -los pájaros muertos- son de difícil localización, aparecen plumas en diversos planos, picos, patas mezclados con elementos que acercan a la realidad como son los titulares de los periódicos o textos aislados.
fuente: http://www.spanisharts.com/history/del_impres_s.XX/arte_sXX/imagenes/picasso_flautapan.html
Publicado por PabloPicassoune1501 en 3:42 0 comentarios
"Los tres músicos" y "Tres mujeres en la fuente"

Es un óleo sobre tela pintado por Picasso en 1921 durante una estancia en Fontainebleau (Francia), del cual hizo dos versiones, que constituyen dos obras maestras de la historia del arte. Se inscriben en la fase del denominado “cubismo sintético”, y suponen una especie de despedida de este estilo. Estos cuadros se encuentran en el Museo de Arte de Filadelfia y en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en Estados Unidos.
Pablo Picasso junto con George Braque (el otro gran maestro cubista), siguiendo una línea evolutiva en la técnica cubista, se van a ir fijando cada vez más en los planos que limitan los volúmenes, lo que les llevó a otra etapa, conocida como “cubismo sintético”, al ser los planos el objeto del estudio en sí mismos y no por su volumen global. Por ello pueden multiplicar los ángulos de visión de un mismo objeto descubriendo las figuras. Además ambos experimentan con el collage o “papel pegado”, trasponiendo luego al óleo los efectos de esta técnica. Para algunos autores esta evolución hacia un nuevo lenguaje cubista, menos intelectual, se hizo para superar las dificultades de lectura de la etapa anterior.
En esta obra vemos a los músicos de perfil y de frente a la vez, gracias a la superposición de planos, como si de estampas se tratase. La obra traslada al espectador al mundo de la comedia del arte con tres figuras, un Arlequín, un Pierrot y un Monje que aparecen tocando un instrumento musical. En las dos versiones de esta obra el orden es diferente. Por lo que respecta a la forma, Picasso utiliza sus conocimientos del collage, ya que los dibujos coloreados de los vestidos de las figuras, forman superficies que parecen hechas con papel pegado y se suceden la una a la otra, dando al cuadro una alegre vivacidad, incluso una especie de movimiento interno. Las figuras, sobre todo sus manos, están concebidas como si fuesen naipes, en una especie de confuso simbolismo.
La única nota de realismo que aparece en la obra son las notaciones musicales en un simbólico pentagrama. La entrada en contacto con el mundo del teatro en 1917, al conocer a la bailarina Olga Joklova, le influye en la elección del tema que, ya había sido empleada (salvando todas las distancias técnicas) en su “Época Rosa”. Con el cubismo sintético que utilizó en este cuadro, volvió a una simplificación de las formas, creando esta especie de puzzle geométrico que evoca a los músicos de la Comedia del Arte italiana. Los colores no se circunscriben exactamente a los límites del dibujo, con lo que tiende a perderse la diferencia entre figuras y fondo.
En la ilustración que acompaña este comentario, la figura que se encuentra en el centro es un arlequín que toca la guitarra, flanqueado por un Pierrot que lleva un saxo y tiene un perro bajo sus pies, y un monje que tiene una partitura. En varias ocasiones el pintor identifica la figura del arlequín con la del artista, por su capacidad de transformar la realidad (ya que éste realiza trucos de magia, por ejemplo), representándose en ocasiones vestido como tal.

Publicado por PabloPicassoune1501 en 3:40 0 comentarios
La Cabeza de Fernande. (1909). Cubismo
En 1909 realiza La Cabeza de Fernande la que fue su primera escultura cubista. Que es un retrato escultórico de su primera compañera Fernande Olivier.
Publicado por PabloPicassoune1501 en 3:22 0 comentarios
Les demoiselles d'Avignon (1906)

Publicado por PabloPicassoune1501 en 2:56 0 comentarios
jueves, 2 de julio de 2009
Vida de Picasso

En 1917 viaja a Roma donde conoce a la bailarina Olga Koklova, que después será su esposa. Se une a la Compañía en su gira por Italia. En Madrid conoce al Rey Alfonso XIII y al compositor Manuel de Falla. En Barcelona, sus amigos le reciben como un héroe. Olga abandona a la compañía y se queda con Picasso.
Publicado por PabloPicassoune1501 en 7:04 0 comentarios